Guía para la colección «RBA Carros de Combate» 14ª entrega- Para esta penúltima entrega han seleccionado a un carro ligero norteamericano, el M26 Chafee, que tuvo un breve servicio en el ejército español. Aunque viene con insignias para la segunda guerra mundial, por lo visto el molde está basado en un ejemplar posterior.
El deseo de proteger ante todo a la tripulación pone su énfasis en la coraza, y que no importe su baja velocidad, escasa autonomía y ausencia de elementos todo tiempo, ya que no se piensa en emplearlo en cabalgadas de cientos de kilómetros, ni en que deba vadear grandes ríos o combatir en ambientes lluviosos o con mal tiempo, aunque sí que aguante tormentas de arena. Hasta ahora sólo ha servido como blanco de piedras y de alguna trampa urbana con explosivos. Nunca se tuvo nunca en cuenta la posibilidad de exportarlo o de emplearlo en otro escenario que no fuera Israel, de ahí que sus parámetros de diseño sigan siendo únicos en el mundo.
56. El carro de combate Challenger. Challenger Main Batte Tank 1982-1997. Dunstan, Simon. 1998. (59 de la edición anterior). Último intento británico de sacar provecho de la buena fama del Centurion conseguida por los israelíes (después de remodelarlos de arriba a abajo). Pero como siempre, es un libro escrito en el Reino Unido sobre un producto del Reino Unido, así que Dustan hace lo que puede para disimular el mediocre comportamiento de este chisme en todos los ejercicios de la OTAN en los que se presentó, y concluye con una loa a su comportamiento correteando por Irak en Desert Storm. Patético.